Después de un largo proceso, la semana pasada se supo que Barcelona será la capital del móvil hasta 2018 superando así ciudades como París, Munich o Milán. Una fantástica noticia tanto a nivel tecnológico, como sobre todo a nivel económico y social. Vayamos por partes.
A nivel económico va a suponer para la ciudad de Barcelona un impacto de 3.500 millones de euros hasta 2018. Una cifra nada despreciable, sobre todo para el Gremio de Hoteleros de Barcelona al considerar dicha elección como “éxito brutal”. Cabe añadir también el gran reconocimiento internacional que va a conllevar para la ciudad la organización del Mobile World Congress durante 7 años más. Además, las instituciones públicas han acordado un apoyo de 90 millones de euros para el desarrollo de las nuevas tecnologías relacionada con el móvil.
Aquí entra ahora el desarrollo tecnológico de I+D. Aparte de este apoyo público, se espera que la aportación privada iguale e incluso supere a la de las administraciones públicas. Hasta el momento, 60 empresas ya han presentado proyectos concretos, siempre entorno a la movilidad, que empezaran a madurar y a concretarse durante los próximos meses. Dentro de estas compañías se encuentran Telefónica, Mediapro, Seat, el Fútbol Club Barcelona o incluso la nueva fundación de El Bulli. De lo más variopinto.
A nivel social también ha supuesto un éxito importante, ya que según las palabras del presidente de la Generalitat Artur Mas esto va a atraer sectores de inversión, a la vez que creará ocupación y la inyección moral que supone esta designación para la sociedad.
Ahora sólo queda esperar que Barcelona esté a la altura del magnífico proyecto que tiene ya en sus manos.
